
Cristian y Mónica eran un matrimonio joven que estaba siempre dispuesto a probar cosas nuevas en la cama. Se les podía considerar como una pareja abierta que no tenía ningún problema en introducir a una tercera persona en sus sesiones de sexo loco y desenfadado que mantenían con tanta asiduidad. Hacía ya tiempo que la mejor amiga de Mónica, Sara, le había confesado a ésta que su marido le parecía muy atractivo. Nada más oír eso, a Mónica se le encendió una bombilla y decidió comentarle el asunto a su marido Cristian.
Como era de esperar, a Cristian le encantaba la idea de poner cachonda a la mejor amiga de su esposa, y sin ningún tipo de vergüenza, preguntó a su mujer si sería posible hacer un trío los tres en su propia cama. Mónica no tenía muy claro si su mejor amiga aceptaría tal proposición, así que juntos decidieron hacerle una encerrona invitándole a cenar e insinuarse hasta conseguir follar los tres juntos. Desde luego, el plan era tremendamente sugerente, y tanto a Cristian como a Mónica les parecía una idea genial. Ojalá todo acabara bien y terminaran acostándose juntos.
Sara llegó a la cita puntual, tal y como era habitual en ella. Llevaba un vestido corto con un escote despampanante gracias al cual se podían ver sus tetas en todo su esplendor. Parecía que Sara iba pidiendo guerra, y nada más verla, Cristian y Mónica sospecharon que aquella misma noche iba a ser muy movidita sexualmente hablando.
La cena transcurrió con total normalidad hasta el momento en el que llegó la sobremesa, cuando empezaron los comentarios subidos de tono por parte de la pareja. Toda la atención estaba centrada en Sara y su vestido ajustado. Los dos no paraban de hacerle cumplidos, cogerle de la mano y mirarle a los ojos de forma intensa. El comedor entero parecía que estaba a punto de arder de tanto calor que hacía, así que Cristian y Mónica decidieron ponerse algo más cómodos. Él se quitó la camiseta, dejando su torso al desnudo. Por su parte, Mónica se quedó en sujetador, y empezó a acariciar el brazo de su mejor amiga. Justo en ese momento, Cristian besó en la boca a Sara, bajo la atenta mirada de su esposa Mónica. Desde luego, a ella le encantaba ver a su marido morrearse con otra, y su mirada de placer iba creciendo por momentos.
Sara entendió en sólo un segundo el plan urdido por aquellas dos mentes perversas y calenturientas, y sabiendo que aquel era un juego peligroso y atrayente, decidió dejarse llevar y hacer un trío sexual por primera vez en su vida. “Será mejor hacerlo con una amiga que con gente desconocida”, pensó. Además, Cristian le ponía tan caliente que le era difícil disimular su atracción hacia él.
Tras el beso en común, los tres se levantaron y empezaron a desnudar a Sara deforma apasionada. Unos rápidos movimientos bastaron para dejarla completamente desnuda y lista para la acción. Sin duda, se avecinaba una sesión de sexo duro cómo nunca antes habían tenido ninguno de ellos.
CONTINUARÁ…
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