
Olvídate de las mariposas como si fueran un sentimiento del estómago que se manifiesta cuando estás enamorado, porque la mariposa de la que te vamos a hablar a continuación tiene más que ver con la vertiente sexual que con la amorosa. Y es que si quieres hacer de tus sesiones de sexo algo verdaderamente inolvidable y épico, te recomendamos que aprendas bien esta postura para sorprender a tu pareja o futuro/a acompañante sexual. Es mucho más fácil de lo que puede parecer a simple vista, así que agudiza bien tus sentidos y verás cómo revolucionarás tu vida sexual por completo. ¿Comenzamos?
En primer lugar, es recomendable que la chica se tumbe boca arriba y con las piernas bien abiertas de par en par, como si de las alas de una mariposa se tratasen. Parecerá que pudiera echar a volar en cualquier momento, pero nada más lejos de la realidad. A continuación, el chico podrá colocarse sobre ella, agarrarla de los tobillos o rodillas, dependiendo de la altura de ambos, y empezar a darle al tema. Verás como con estas simples instrucciones podrás pasarte horas y horas follando sin parar. Controlando vuestras energías, podréis mantener esta postura todo lo que queráis, ya que es de las más cómodas de todo el ámbito sexual.
Ventajas Hombre
Aunque pueda parecer en un primer momento que el hombre tenga que hacer esfuerzo con sus brazos para sostener las piernas de ella, para nada ha de ser así. El peso a aguantar es mínimo comparado con el placer resultante. Únicamente deberéis acomodaros en la altura que os sintáis más cómodos y empezar con el folleteo loco como si no hubiera un mañana. Si veis que el ángulo de penetración es algo complicado, os recomendamos poner un cojín o almohada bajo el culo de ella. De este modo, ganará en altura y en comodidad.
Ventajas Mujer
El rol de la mujer en la posición de mariposa en muy pasivo, para que nos vamos a engañar. Quizá las chicas más traviesas en la cama no disfruten del todo con esta postura, pero si lo que quieres es relajarte después de un duro día de trabajo, estirarte sobre la cama y dejar que tu pareja se desviva en caricias, besos y arrumacos mientras tú únicamente te centras en gozar sexualmente, sin duda ésta es tu postura. Te sentirás tan tranquila y sin ningún músculo en tensión que la penetración será aún más profunda si cabe. Además, el factor de poder ver a tu pareja cara a cara mientras te folla con unas ganas locas no tiene precio.
Dificultades
Si la sesión de sexo se alarga mucho en el tiempo, puede ocurrir que la chica se agote al tener las piernas en alto durante tanto tiempo. Pese a que el esfuerzo físico es mínimo, sí que puede resultar una posición algo sencilla para esas parejas que busquen un extra de emoción en la cama. Pero desde luego, esta postura es ideal para ir combinándola y volver a ella de forma habitual durante tus relaciones sexuales.
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