
Ya estés de uno o del otro lado de la ley, seguro que con la postura sexual que te presentamos hoy conseguirás revivir momentos de sexo y pasión como nunca antes los habías experimentado. Si te gusta el rollo autoritario, ya sea protagonizándolo o sufriéndolo en tu propio cuerpo, verás como con la posición del carcelero conseguirás revivir la llama de tus sesiones de sexo. Olvídate de las posiciones rutinarias y aburridas y atrévete a probar algo nuevo y refrescante que oxigenará tu vida amorosa más de lo que piensas. Éste es el primer paso para que el sexo en tu vida mejore exponencialmente, ya lo verás.
Es importante que para empezar a poner en práctica esta posición, los dos participantes de la pareja se coloquen de pie y uno le dé la espalda al otro. Es una posición ideal para ser practicada por parejas heterosexuales u homosexuales, por lo que la persona que dará la espalda será la que vaya a ser penetrada por el ano o la vagina indistintamente. Una vez establecidos los roles, llegará el momento en el que la persona que penetre agarre de los brazos a su pareja desde atrás. Al mismo tiempo, la otra persona se deberá inclinar ligeramente hacia adelante, evitando caer puesto que su acompañante le está agarrando fuertemente desde atrás. Una vez bien asegurados, ya puede empezar la fiesta.
Ventajas Hombre
Para el papel del hombre que penetra a su pareja sexual, una de las mayores ventajas a la hora de realizar esta posición es sentir que gracias a él se está manteniendo el equilibro y que tiene el control total de la situación. Esto a muchos hombres les puede poner muchísimo, ya que no sólo se trata de algo psicológico, sino que también será el quien marque el ritmo y la intensidad en todo momento, haciendo lo que le venga en gana siempre que la otra persona también esté de acuerdo.
Ventajas Mujer
Como en todas las posiciones en las que la chica es penetrada desde atrás en la famosa posición del perrito, el contacto entre el pene y la vagina es total y puede ser un buen revulsivo frente a otras posturas más comunes y tradicionales como puede ser la del misionero. Además también influye el hecho de que ella no sabe a ciencia cierta en qué momento va a ser penetrada, agregándole algo más de emoción e intriga a la situación sexual.
Dificultades
El principal factor que puede hacer que desistas a la hora de poner en práctica esta posición es el hecho de aguantar el equilibro durante sesiones largas de sexo. No es que se trate de una práctica asequible únicamente para los más aventajados en materia sexual, ni mucho menos. Pero sí que es cierto que requiere algo de práctica hasta que nos sintamos completamente cómodos en esta nueva posición. También hay que tener en cuenta que la penetración anal puede resultar tremendamente complicada en esta postura porque es más difícil dilatar el ano, pero una vez conseguido el resultado puede ser muy agradable.
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